¿Hablar para vivir?, ¿vivir para hablar? |
Eugenia Vignatti
eugeniavignatti@hotmail.com
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Eugenia es profesora de inglés y a la hora de tirarte algunos consejos para prepararte antes de tu viaje armó esta idea, la punta del iceberg porque hay mucho más para decir, la idea es facilitar un poco las cosas para que logres adaptarte mejor a tu nuevo lugar y a tu nueva vida. |
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No siempre uno tiene el tiempo de programar anticipadamente todos los aspectos que conforman la venturosa empresa de irse a vivir a otro país.
A la hora de partir de casa con destino a un lugar para nosotros desconocido, la barrera idiomática es lo primero en lo que uno piensa, pero en realidad existen otros aspectos, si se quiere más domésticos, que ameritan ser tomados en cuenta con la misma importancia.
Un buen primer paso sería interesarnos en conocer las costumbres, tradiciones y usos del lugar donde viviremos y cómo eso se pone en práctica en la vida diaria. Aprovechar este tipo de conocimientos nos permitirá reducir el margen de choque cultural y evitar frustraciones que pueden, a futuro, limitar nuestra capacidad de adaptación a la vida del lugar. Sucede que muchas veces la idea que tenemos de cómo serán las cosas no se corresponde con la realidad que encontraremos allí. Los estereotipos suelen ser una piedra en el camino si queremos dejar de lado los prejuicios para aceptar las cosas como son.
Ahora bien, anticipar un manejo del idioma, al menos básico, facilitará la asimilación de esta nueva cultura. Contaremos así con herramientas que nos permitirán resolver algunas situaciones desde el principio de un modo menos traumático.
En muchos casos es útil tener en cuenta que posiblemente la situación nos induzca a la tarea de renunciar a aspectos que considerábamos parte de nuestra identidad para apropiarnos del lugar. Como acostumbrarnos de a ratos a usar un traje que no es nuestro, para aprender a interpretar nuevos roles y adoptar otras “formas” de vivir y sentir.
En el mejor de los casos con este “viento a favor” lo que pretendemos lograr es, de algún modo, alivianar la carga que significa dejar nuestra historia atrás para comenzar a reescribirla.
Porque en definitiva ¿quién puede decir qué es más fácil?, ¿aprender una nueva lengua? o ¿aprender una nueva forma de vivir? |
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