Cómo acceder a los idiomas “raros” |
Alberto José Miyara (50) es profesor de Catalán en la Facultad de Humanidades y Ciencias, UNL y Centro Balear de Santa Fe. A él consultamos para pedirle pistas sobre el estudio de los idiomas “raros”. |
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Alberto, ¿recomendarías a un joven estudiar un idioma distinto al francés y al inglés, que son los más comunes?
Sí, lo recomiendo, porque los idiomas tienen valor por sí mismos, y no por las ventajas que nos puedan reportar en la vida. Y aun desde un punto de vista utilitario, si uno estudia bien un idioma minoritario tiene muy buenas perspectivas de resultar favorecido con becas u otro tipo de incentivos ofrecidos por el país donde se lo habla. En el caso del catalán, cada año al menos un alumno de la UNL viaja a perfeccionarse a Cataluña becado por el Institut Ramon Llull, y entre siete y once estudiantes aprueban exámenes de ese instituto obteniendo certificados de validez internacional, no debiendo pagar ni por el curso preparatorio que ofrecemos ni por la inscripción al examen. Una situación muy distinta a la de quienes desean convalidar sus conocimientos de inglés o francés.
En tu caso, ¿qué buscan quienes se acercan a estudiar catalán? ¿Lo hacen por curiosidad, por necesidad...?
La mayoría de mis alumnos son estudiantes de la UNL que cursan catalán como materia electiva, de modo que podríamos afirmar que hay una necesidad curricular de estudiarlo. Pero muchos de ellos vienen motivados además por múltiples otros factores, tales como: tener ascendencia catalana, admirar la contribución catalana a alguna rama de las ciencias o las artes (por ejemplo, a la arquitectura, con Gaudí, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner; o a la música, con Joan Manuel Serrat), haber residido en Cataluña, tener familiares viviendo allá, etc.
¿Qué debe tener en cuenta un joven que se acerca a estudiar un idioma ‘raro‘, poco común, como por ejemplo el catalán?
Esencialmente, que la disponibilidad de materiales impresos es escasa (no se consiguen diccionarios en las librerías, por ejemplo) y que las oportunidades de practicar el idioma se reducen a la interacción con el profesor y los compañeros. Claro que últimamente, a partir de la explosión de Internet, estos problemas van disminuyendo con el surgimiento masivo de materiales digitales disponibles en la red, y la posibilidad de comunicarse por chat o Skype con personas que hablen esos idiomas minoritarios.
¿Recomendarías estudiar más de un idioma extranjero? En el caso que sí, ¿cuáles?
Recomiendo estudiar en primer lugar el inglés. No sólo por su difusión, sino porque objetivamente es el idioma ideal para servir de lengua franca del mundo, gracias a su enorme vocabulario, a sus “fronteras flexibles”, que le permiten incrementar constantemente su léxico, y a la concisión y precisión con que permite expresar ideas. También el portugués es imperiosamente necesario debido a las perspectivas de una creciente integración económica y turística con el Brasil en un futuro que ya está aquí. Y en tercer término recomendaría que se estudie un idioma “inusual”, en el entendimiento de que estas lenguas tienen un valor identitario, que convierten al estudiante en miembro de una especie de cofradía, de comunidad. Cuando he viajado por el mundo, he recibido todo tipo de atenciones por parte de gente que hablaba catalán. Ni hay que decir que no me ocurrió lo mismo con personas que dominaban el inglés, idioma que también hablo.
¿Qué pensás de quienes se compran cds con cursos para aprender idioma?
Son un elemento de apoyo al aprendizaje, pero la interacción y realimentación con personas que hablen fluidamente el idioma sigue jugando un rol irreemplazable en la adquisición de lenguas extranjeras.
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