En la última década las más grosas bandas santafesinas pasaron por el estudio de grabación “El PoTe”. Por eso compartimos una tarde en esa “usina” del rock. Mientras conversábamos con el creador del estudio la banda Cabezones “paría” su nuevo disco: “Nace”.
Durante la crisis de 2001 Ramiro Genevois (hoy, 33 años) se había recibido de Técnico Superior en Comunicación Social en el Instituto Superior N°12 de nuestra ciudad, y rascaba un laburo que colme sus expectativas vocacionales. Rami –como le dicen los que lo aprecian, que son muchos- pensó entonces en armar una página web donde subir los temas musicales de las bandas de rock locales desde la que se puedan bajar los temas al costo de un centavo. “La ganancia era para el músico y nosotros lo hacíamos rentable a través de las publicidades”, explica Rami durante la charla con O sea en el estudio “El PoTe”.
("Abre", de Tales (2008) | Es el primer video realizado por Rami Genevois)
Pero aquella idea de la página web, que luego funcionó a nivel mundial generada por otros, quedó trunca. ¿Por qué? Rami pensó en ir más allá, y grabar los temas de las bandas que luego subiría a Internet. Por eso viajó a Rosario para comprarse una consola de grabación. Y cuando la tuvo entre sus manos se dio cuenta de que antes había que aprender a usarla, ¡y mucho! Entonces desechó la compra, regresó a Santa Fe y se dijo “voy a estudiar esto”.
Comenzó a indagar sobre dónde capacitarse para realizar aquello que ya se había transformado en una pasión y le quitaba el sueño, hasta que encontró el instituto Cetear, en Rosario. Así que decidió armar el bolso y se fue a estudiar la carrera de Técnico Operador de Sonido.
("Alessandria", Chino Mansutti | Realizado por Rami Genevois)
Giros
Para Rami, ésta fue una experiencia que le cambiaría la vida para siempre. En el instituto consiguió alojamiento y, literalmente, se quedó a vivir durante un año. De día tomaba clases –las que le correspondía, y además se metía en las más avanzadas- y de noche practicaba sin descanso el oficio. Ese año, el 2002, “exprimió” a cada profesor, probó, grabó y editó “como un loco” y junó cómo venía la mano.
Cuando ya tenía un buen caudal de conocimientos, Rami montó en barrio Barranquitas de nuestra ciudad lo que fue la “primera casa” de su estudio de grabación “El PoTe” –que por entonces no había sido bautizado así, mientras seguía viajando a Rosario para estudiar y dormía donde le abrían la puerta. Su debut como operador de sonido fue con la grabación de un disco acústico de “Supernova”, en julio de 2002, en el aquel primer estudio. “Era una piecita en una casa que alquilaba en calle Córdoba y Brasil. Esa salita era ‘una muerte’” (risas), recuerda hoy Rami, mientras dialoga con O sea parado junto a la mesa desayunadora de la cocina de su estudio montado en Urquiza entre M. Comas y la cortada de la Quinta Asturiana (al 3731), donde además cuenta con un baño, una sala de estar o descanso, un estudio principal montado “a todo traste” y un cómodo espacio con tableros, computadoras y todo el equipamiento para la postproducción de grabación.
("Resistir", de Plantas de Poder - Realizado por Rami Genevois y Mauricio Minotti)
Invertir x inventar
Al estudio nuevo logró montarlo gracias a su “vieja”. De ella heredó los fondos necesarios para adquirir los equipamientos de calidad que utiliza. Y gracias al esfuerzo y dedicación de días y noches de grabación lo hizo crecer. En 2005 decidió bautizarlo “El PoTe” (por el potenciómetro, una herramienta esencial) y hoy comparte las horas de laburo junto al Técnico Operador en sonido Luciano Luggren (30 años, estudió la carrera en Córdoba), con quien se asoció en 2006. “La mayoría de los estudios tienen nombres en inglés. Yo busqué algo nuestro, que me identifique, por eso elegí ‘El PoTe’”, explica Rami.
“Recién hablé por teléfono con César (Andino), el cantante de Cabezones, y me contó que ya recibió de Sony las copias del disco nuevo que grabó acá”, cuenta Rami a O sea, mientras el resto de los integrantes de Cabezones, que están allí junto a nosotros, termina de grabar unas panderetas para agregarle a un tema que están preparando para una presentación.
Al frente de la consola de grabación del estudio central de “El PoTe” una “pecera” (gran vidrio doble con tratamiento acústico) comunica el lugar con un patio de luz. “Lo hice así para saber si es de día o de noche”, expica Rami. “Durante las largas jornadas de grabación las horas vuelan y a veces no sabés en qué momento del día estás”, agrega. “Y si te pasás de rosca terminás re-colgado y te enfermás”, admite.
Más adelante Rami cuenta que a futuro la idea es techar ese patio con vidrios para transformarlo en un segundo estudio de grabación con luz natural. Pero todo cuesta mucho dinero, mucha inversión, por eso por ahora es un sueño. “Ayer compré dos cables y pagé 800 pesos”, ejemplifica Rami. Es que los equipos, micrófonos, consolas y computadoras que se utilizan para el proceso de grabación deben ser de la mejor calidad posible, “porque todo ayuda a generar una mejor calidad de grabación”, explica. “Para grabar una batería se necesitan 18 micrófonos, con sus cables y conexiones a la consola”, agrega.
En los diez años de vida pasaron por El PoTe cientos de bandas de toda la región, “hasta de Neuquén llegaron a nuestra ciudad para grabar”, enumera Rami. Las paredes con tratamiento acústico de primera atesoran el eco de voces como la del Tavo Angelini, de Carneviva; del Negro, de La Cruda; de César, de Cabezones; del Muñe, de Butumbaba, hasta de Mariel Trimaglio –que es de otro palo, el folcklore-, entre otros. Lo mejor de Santa Fe pasó por El PoTe. Por eso es que en estos últimos diez años hizo historia registrando el sonido de la cultura rockera santafesina y de otros géneros musicales.
“Por año grabo unos cuatro discos completos, además grabo demos, EP, materizaciones, postproducciones de video y otros trabajos”, detalla Rami. Aunque admite que en estos últimos tiempos la cosa se puso difícil, pero “de a poquito y con esfuerzo el trabajo va repuntando”. Algo novedoso que impulsó para este décimo aniversario de su pyme fue darle bolilla a la imagen. Por eso “El PoTe” cuenta ahora con una Fan Page en Facebook, logo y gráfica. “No es algo que me desvelaba, porque la mejor publicidad es la que te hacen los que pasan por acá y se van satisfechos, pero admito que era algo pendiente”, explica.
La tarde lluviosa llega a su fin. Así nos lo hace saber la luz natural lentamente se va apagando del otro lado de la pecera, en el patio que ya no es de luz sino de oscuridad. Los chicos de Cabezones se van satisfechos después de horas de grabación, y detrás de ellos Rami recorre el pasillo hacia la calle junto al equipo periodístico de O sea. Tarea cumplida para Cabezones, para Rami y para nosotros. Con un fuerte abrazo llega el “adiós”. ¡Por otros diez años, aguante El PoTe!