La cuna de las canciones del futuro |
Ignacio Andrés Amarillo
iamarillo@ellitoral.com
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La sala de ensayo es el lugar donde las bandas de rock ajustan su toque, su sonido y redondean sus nuevas creaciones. Con el tiempo, muchas logran equipar una sala propia, pero muchos artistas hace su trabajo en lugares de alquiler. O Sea explora hoy esas dos opciones. |
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Para la mayoría de las bandas de rock, disponer de una sala de ensayo propia, o “apropiada”, marca un salto en el proceso, ya que desde lo artístico permite trabajar más y mejor y desde lo “institucional” marca un salto en el funcionamiento del grupo, ya que habla de un una apuesta a la continuidad del proyecto.
Pero cuando la agrupación es muy nueva, especialmente si los miembros son jóvenes y poco equipados, el alquiler de una sala por horas es la mejor opción. Aquí, O Sea explora las ventajas y desventajas de ambos caminos.
Jugando de local
“Ensayar con tus propios equipos hace que además de la practica de ejecución puedas trabajar en el sonido de la banda, ecualización de los equipos (esto no solo para que cada uno suele mejor, sino para que los distintos instrumentos se integren de manera mas natural en la banda) y tener una referencia mas cercana a la situación de estar tocando en vivo”, sostiene Gonza-T, vocalista de Fonoceronte, quien tiene la sala de ensayo en su casa y la comparte con los juveniles Infusión Kamachui.
Y agrega: “No tener un reloj corriendo en cuenta regresiva para la finalización del ensayo permite desarrollarlo con mayor tranquilidad, aunque hay que tener cuidado de que esa situación no 'relaje' demasiado y produzca un uso no eficiente del tiempo. La sala propia también puede funcionar de 'oficina', para hacer las reuniones y planificación de trabajo del grupo. Además, al ser un lugar propio suele resultar menos complicado coordinar los horarios de ensayo ya que no se suma la variable de los horarios de disponibilidad de las salas por horas”.
Desde el punto de vista humano, el calvo vocalista destaca: “Las horas compartidas en un lugar propio también pueden servir de lubricante para las relaciones entre los integrantes de la banda, quienes no en todos los casos son amigos que comparten tiempo recreativo extra, y es un punto fundamental para el funcionamiento tanto musical como de gestión”.
Evaluando la conveniencia
Pero no todas son rosas en el camino de la sala propia: “El grupo debe tener estabilidad y predicciones de continuar trabajando. Firmar un contrato por dos años para alquilar una casa y separar la banda es económicamente muy poco conveniente. De no tener los instrumentos y equipos mínimos para poder desarrollar un ensayo, puede ser más adecuado hacerlo en una sala por horas hasta poder equiparse”, afirma Gonza-T. “Tener un lugar propio tiene obligaciones, como cuidar los horarios, mantener la estructura de insonorización, adecuar la instalación eléctrica para el funcionamiento de los equipos, mantener la higiene del lugar y tener conductas compatibles para la convivencia. De no estar dispuesto a manejar estos puntos, puede no ser recomendable meterse en un proyecto así”.
También hay una variable económica: “Si la periodicidad de ensayos del grupo es baja, posiblemente sea un mal negocio tener una sala propia, una banda que tiene una cantidad de ensayos menor a dos veces a la semana puede encontrar mejores opciones económicas en salas por hora”.
Lugar de puertas abiertas
Daniel Maffioli es baterista y cantante, integrante de varios proyectos musicales (entre ellos el tributo beatle The Mersey). Él también tiene una sala en su casa, pero paulatinamente la fue convirtiendo en La Galería del Rock, un espacio de alquiler, con un precio bastante módico. “Esta sala no es como un estudio, está en mi casa. La fui empezando con bandas amigas. La fui equipando: ahora tengo una batería, un equipo de guitarra, una consola con cajas, equipo de bajo; tengo aire acondicionado. La tengo hace nueve años. El precio lo tengo en 20 pesos la hora; generalmente la doy por turnos de dos horas”, afirma el propietario.
Sobre la afluencia de bandas en su espacio, relata: “La verdad bajó bastante de lo que fue a principios de año: ahora están volviendo. Las que puedo llegar a recibir son como unas 12, 15 bandas. Trabajo a la tarde, y suelo meter unas tres bandas por día. A la mañana son las menos. Había una época en que laburaba hasta los domingos, empezaba a las dos de la tarde. Después corté los domingos, el sábado tengo dos de mis bandas: en total tengo cinco, algunas hace años y otras que las armo, como tributos y cosas así”.
Sobre el modo de relacionarse con los interesados, cuenta Daniel: “Cuando no conozco a la persona, más ahora con el tema de Internet (la sala está en un sitio), me manejo por el comentario, y si no los conozco les digo que vengan a verla y ahí recién puedo hablar con la persona, como es mi casa. Y si no pueden venir, y me sacan de viernes para martes les pido un adelanto, porque muchas veces me dejan pagando y yo no sé ni quién es. Entonces les pido adelanto para que se comprometan”.
Justamente lo que se busca es el compromiso: “Generalmente cuando doy los turnos no los muevo: yo veo que la banda me cumple y eso es lo que yo quiero. Entonces si la banda viene aunque sea una vez por semana yo se lo guardo. Y si saben que van a faltar que me avisen”.
Claves para el buen funcionamiento
Hay puntos importantes a tener en cuenta a la hora de instalar y mantener una sala de ensayo (tanto para el uso propio como para un fin comercial), a saber:
1- La insonorización debe ser adecuada, para poder convivir con los vecinos de la locación. Además de los productos industriales hay maneras de construir una sala con elementos mas económicos si se hace la planificación adecuada y se está dispuesto a “arremangarse”.
2- Cualquier lugar de trabajo debe tener unos mínimos estándares de higiene, tanto para hacer agradable la estadía en el lugar como para la correcta conservación de la estructura de insonorización y de los amplificadores e instrumentos musicales. Por ejemplo, el humo del cigarrillo puede hacer inhabitable este ámbito cerrado y ser perjudicial para la electrónica de los equipos.
3- La elección de una casa que posea una habitación adecuada tanto en tamaño (los métodos de insonorización reducen un poco el perímetro) como en ubicación con respecto a los vecinos: no es lo mismo tener una pared que dé al patio o el garage de un vecino que a un dormitorio. |
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